La excelencia en el trabajo
Los empleados, cuando ponen todo su empeño en el trabajo, alcanzan la mayor calidad. La calidad es una actitud, un estado mental, un concepto que se refleja no sólo en el lugar de trabajo, sino en todos los ámbitos de la vida de la persona. La mejor manera de lograrlo es mediante la participación, motivación y estimación de los empleados: cuanta más implicación y dedicación mayor enriquecimiento de la calidad obtendremos. Es lo que Ashok Kumar Jain, Director de Calidad de la compañía india Bharat Heavy Electricals Ltd. llama "Calidad en el umbral de la puerta"; un concepto fuertemente imbuído de filosofía oriental, según el cual la importancia del trabajo de cada uno se articula en función de la percepción del propio cliente.
tomado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1058075 01/04/ 2019
Cuando hablamos de la excelencia en el trabajo, ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Qué distinguen a los trabajadores ‘excelentes’ de aquellos que no lo son?
En opinión de Emilio Martínez Navarro, doctor en Filosofía y experto en Ética de las Profesiones de la Universidad de Murcia, un profesional excelente es aquel que combina una magnífica preparación técnica con una conciencia ética.
En su artículo Ética de la profesión: proyecto personal y compromiso de la ciudadanía, Martínez Navarro explica que en las sociedades actuales no se considera válida cualquier actitud para ejercer una profesión. “De los profesionales se espera que sean excelentes en su campo y por ello habrán de encarnar aquellas actitudes que hoy por hoy son necesarias para alcanzar la excelencia”.
Es decir, que además de los conocimientos técnicos, se espera que las personas desplieguen sus actitudes y aptitudes para prestar un servicio excelente a la comunidad a través de su ejercicio profesional.
Del mismo parecer es Howard Gardner, neurocientífico y autor de la teoría de las inteligencias múltiples quien puso en marcha un experimento llamado Goodwork Project en el que participaron unos 1.200 individuos. Entre las principales conclusiones de este estudio Gardner destaca que descubrieron que no hay profesionales excelentes que no tengan conciencia ética. “Las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes”, explicaba en abril de 2016 en una entrevista concedida al diario La Vanguardia.
En opinión de este experto, no es posible alcanzar la excelencia “si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia. Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética”.
Una visión que contrasta con la creencia generalizada de que el éxito y la riqueza solo se pueden obtener mediante métodos poco éticos; o con el comportamiento de algunos jóvenes profesionales que creen que sin dar ‘codazos’ no es posible triunfar. “Los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar su carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito”, se lamenta.
Tomado de https://remicaempleo.es/la-excelencia-en-el-trabajo/ 01/04/2019
En opinión de Emilio Martínez Navarro, doctor en Filosofía y experto en Ética de las Profesiones de la Universidad de Murcia, un profesional excelente es aquel que combina una magnífica preparación técnica con una conciencia ética.
En su artículo Ética de la profesión: proyecto personal y compromiso de la ciudadanía, Martínez Navarro explica que en las sociedades actuales no se considera válida cualquier actitud para ejercer una profesión. “De los profesionales se espera que sean excelentes en su campo y por ello habrán de encarnar aquellas actitudes que hoy por hoy son necesarias para alcanzar la excelencia”.
Es decir, que además de los conocimientos técnicos, se espera que las personas desplieguen sus actitudes y aptitudes para prestar un servicio excelente a la comunidad a través de su ejercicio profesional.
Del mismo parecer es Howard Gardner, neurocientífico y autor de la teoría de las inteligencias múltiples quien puso en marcha un experimento llamado Goodwork Project en el que participaron unos 1.200 individuos. Entre las principales conclusiones de este estudio Gardner destaca que descubrieron que no hay profesionales excelentes que no tengan conciencia ética. “Las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes”, explicaba en abril de 2016 en una entrevista concedida al diario La Vanguardia.
En opinión de este experto, no es posible alcanzar la excelencia “si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia. Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética”.
Una visión que contrasta con la creencia generalizada de que el éxito y la riqueza solo se pueden obtener mediante métodos poco éticos; o con el comportamiento de algunos jóvenes profesionales que creen que sin dar ‘codazos’ no es posible triunfar. “Los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar su carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito”, se lamenta.
Tomado de https://remicaempleo.es/la-excelencia-en-el-trabajo/ 01/04/2019
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